De la tierra a la luna con un papel o “el mundo tiene el diámetro de mi cráneo”
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¿Cuántas veces hace falta doblar un papel para llegar con él a la luna?
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P. Cuando escribió El ruletista, sobre un jugador de ruleta rusa que apuesta reiteradamente su vida poniendo en el cargador del revólver dos balas, y luego tres, y luego cuatro…- ¿Supo que era una idea original especialmente ingeniosa?
R. ‘El ruletista’ y ‘El arquitecto’ son parábolas metafísicas que ilustran el poder del pensamiento asintótico. ¿Cómo alcanzar el infinito en solo unos pasos? Mi modelo fue el famoso problema del inventor del ajedrez, que le pidió al califa sólo un grano de trigo por el primer cuadrado, dos por el segundo, cuatro por el tercero, etcétera. Este tipo de relato es una herramienta para alcanzar el cielo con la mano, en muy pocos movimientos. Usé mi capacidad mental más que mi capacidad de hacer obras reales, redondas y complejas.
Fragmento de la entrevista en el diario El País de Ignacio Vidal-Folch al escritor rumano Mircea Cartarescu: “Mi mundo literario tiene el mismo diámetro de mi cráneo”.
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