Citados/ La mente, el cerebro y las cosquillas (el otro, el mismo III)
“(En un estudio de la Clínica Universitaria de Marburgo), los voluntarios observaron fotografías de su propio rostro, así como de otras personas conocidas y desconocidas, mientras se les realizaba un escáner cerebral. Las neuroimágenes demostraron que al ver la propia imagen se activaban con mayor intensidad la corteza prefrontal medial, la ínsula y las áreas corticales parietales de los probandos. Dichas regiones se estimulaban incluso ante la mera expectativa de contemplar su rostro de inmediato, es decir , antes de ver la fotografía. (…)
La diferenciación entre “yo” y “otros” ofrece a los investigadores un buen punto de partida para seguir la pista a la representación neuronal del sí mismo. Al parecer, el cerebro diferencia de manera precisa los estímulos propios de los externos. Ello causa, por ejemplo, que una persona no pueda hacerse cosquillas a sí misma, a pesar de que los estímulos aplicados a la piel sean los mismos que cuando se las provocan otros.(…)”
Pero
“En los pacientes con psicosis agudas, la diferenciación entre lo propio y lo ajeno puede hallarse alterada, con el curioso efecto secundario de que los tocamientos que el sujeto realiza sobre su propia piel los percibe igual de intensos que si se los produjera un extraño, por lo que puede provocarse cosquillas a sí mismo.”
Extraído de la revista Mente y Cerebro, nº 50/2011